En la entrada anterior estuve comentando sobre un MacBook Air 2015 con 4 GB de RAM que me estaba funcionando muy bien con Big Sur y había decidido ampliar el disco. Pero de tanto hurgar, pensé que había dañado el flexible del MagSafe… aunque en realidad estaba bien, y fue al acomodar el disco que lo dañé.
Pensando que debía comprar la pieza, decidí también adquirir un SSD de mayor capacidad, el cual compré junto al flexible. Pero ha sido fatal: la máquina quedó súper lenta y me estresé. Entonces volví a colocarle el SSD original de 128 GB y, como si se hubiera puesto celosa, no quiso funcionar bien.
Ayer le instalé Ubuntu para descartar y, adivinen, todo perfecto. Así que, en resumen y según mi experiencia, tengo dos posibles culpables: el sistema operativo y su gestión de memoria, o el disco, que quizá no está optimizado para trabajar con 4 GB de RAM en Big Sur, ya que el sistema no permite crear manualmente una partición de Swap.
Ahora, con Ubuntu, está estable. Pienso llevarla a un lugar especializado en Mac para ver qué me aconsejan sobre el equipo. Al menos sé que todo el hardware funciona muy bien.
Prólogo mejorado con Inteligencia Artificial basado en el contexto humano.